Las
repercusiones de la situación económica de recesión son notorias en el sistema
de servicios sociales Español. Se ha producido un aumento de la pobreza,
exclusión social, demanda de diferentes servicios (comedores, albergues,…) por
el incremento del paro y la desprotección económica.
Todo esto
conlleva a más problemas sociales y por lo tanto un incremento de demanda de
servicios sociales, el problema está en que España ha apostado por importantes recortes que agravan la situación
retrocediendo al siglo pasado.
Estamos
viviendo un ataque a los servicios sociales básicos:
-
Adiós a la ley de dependencia (supone el cuarto pilar del estado
de bienestar). Esta decisión ha dejado a más de 300.000 ciudadanos en situación
de debilidad, sin ayuda y atención a la que por ley tienen derecho. Esta ley es
necesaria, se está produciendo un aumento progresivo de personas dependientes.
Destaco esta frase para reflexionar “dependientes podemos ser todos y lo vamos a
ser en un momento u otro de la vida”
Además
la conocida ley de dependencia ofrece la oportunidad de generar miles de
puestos de trabajo, lo cual reduciría el paro y en alguna medida la crisis
económica de muchas personas.
-
Los recortes en sanidad deterioran la sanidad pública que constituye una de las mayores
preocupaciones de los ciudadanos. Este deterioro añadido al copago sanitario
tendrá consecuencias negativas en los “bolsillos” de los ciudadanos. La sanidad
pública y gratuita está en peligro.
Un
ejemplo de esto son las medidas agresivas que está tomando el gobierno catalán:
pide establecer cuanto antes el copago sanitario, pretende que los pacientes
hospitalizados abonen cinco euros diarios en concepto de manutención.
Esto
supone un recorte de derechos a las personas con precariedad económica.
-
El ministerio de educación anuncia que las tasas de las
universidades subirán, el acceso a becas sufrirá variaciones,…
Se
toca un tema sensible, uno de los más debatidos actualmente: la educación
pública, la de todos a la que tenemos derecho, ¿a partir de ahora quien podrá
ir a la universidad?
-
A los jóvenes se les quita la ayuda por el alquiler de la
vivienda, etc.
En
definitiva el actual sistema es socialmente injusto. Se benefician siempre
las personas con más recursos.
El
sistema de servicios sociales debe ser un sistema universal en el marco de los
derechos humanos, acompañado de una serie de ayudas que den oportunidades a los
menos favorecidos.
Uno
de los puntos básico para mantener el estado de bienestar es el impulso de los
servicios sociales.
En
estos momentos, como ciudadanos debemos reivindicar más políticas sociales.
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